Incendio, daños por agua… Todas estas cosas pueden ocurrir durante un periodo de alquiler. Entonces, ¿qué debes hacer si algo va mal?

1. Comprueba tu contrato de seguro

Como propietario de una vivienda, normalmente estás cubierto por un seguro de hogar a todo riesgo para alojamientos de vacaciones. Esta póliza contiene dos cláusulas:renuncia al recurso y renuncia al recurso.

Estas cláusulas especifican si el propietario, y por tanto la compañía de seguros, podrá o no reclamar el pago al veraneante.

¿Te preocupan tu vivienda de alquiler y tus clientes? Opta por un seguro de hogar a todo riesgo con renuncia al recurso. Sólo así te aseguras de que los clientes estén cubiertos frente a la responsabilidad civil, los incendios y los daños por agua.

2. Para los inquilinos

Si tenías inquilinos en el momento del siniestro, les corresponde a ellos contratar un seguro de hogar a todo riesgo. Su contrato incluye una cláusula denominada « cláusula de vivienda de vacaciones».

Puedes comprobar previamente con tu inquilino si esta cláusula está incluida en su contrato. Si falta la cláusula, los inquilinos pueden contratar un seguro de hogar temporal (de 1 a 90 días) que les cubra durante su estancia. Funciona como un seguro a todo riesgo y es muy barato.

¿Has tenido que enfrentarte alguna vez a una situación como ésta? Si te interesa, también tenemos un artículo sobre la asociación entre Luko y Airbnb.