La vida en un hotel: ¡un sueño hecho realidad para mucha gente! Pero, ¿qué sería de un buen hotel sin un catering de primera? Echamos un vistazo a las ventajas y a cómo crear uno a tu medida.

1. Para tus clientes
Para mucha gente, alojarse en un hotel es sinónimo de relajación absoluta. Y relajación significa no tener que preocuparse de la colada, la limpieza o las comidas. Así que la primera ventaja para tus huéspedes es relajarse al máximo. Con el desayuno en las instalaciones y la posibilidad de volver a última hora de la tarde, después de haber explorado los alrededores, y poner los pies debajo de la mesa antes de volver a subir a la habitación, ¡la estancia se convierte en mágica! Ofrecer un servicio de catering por la noche también es una cosa menos de la que deben preocuparse tus invitados: no tienen que gastar dinero, todo está en la cuenta, no hay que buscar un restaurante en la otra punta de la ciudad, y puedes relajarte un poco más… En resumen, ¡es un placer extra para ellos! No sólo disfrutan de unas noches en tu casa, sino que tú les ofreces lo mejor de tu territorio culinario: ¿qué más se puede pedir?

2. Para ti

3. Por dónde empezar
¿Y tú? ¿Qué servicio de catering ofreces? Si también tienes dudas sobre el tipo de mobiliario que debes comprar tenemos la respuesta ¡!