
Imagina la escena: llueve, hace frío, no quieres salir de tu magnífico alquiler, pero no tienes mucho que hacer en él. Ni juegos a los que jugar, ni películas que ver, ni rutas que preparar para el día siguiente, nada. Así que te dices que tal vez la próxima vez elijas un alojamiento más completo.

1. ¿Por qué ofrecer actividades?
Ofrecer actividades interesantes es un bonito detalle para tus invitados. Les demuestra que has pensado en todo. Sobre todo si hay niños. Es un factor que hará que vuelvan, o al menos te dará muchos puntos. Tus invitados se sentirán como en casa, y eso no tiene precio.

2. ¿Qué actividades debes ofrecer?
Hazte una pregunta sencilla: ¿qué te gusta hacer cuando estás en casa y llueve? Lo de siempre: libros para todas las edades, juegos de mesa sencillos (uno, juegos de cartas, buena paga…), una cuenta de Netflix, Amazon o Disney, o unos cuantos DVD con reproductor de DVD, puzzles, peluches o muñecas… También puedes optar por un mapa de tu región con un pequeño cuaderno para preparar un itinerario para los días mejores. Lo más original: un juego típico de tu región, juegos antiguos, una búsqueda del tesoro con objetos escondidos por la casa con antelación (para los niños), una receta casera con una lista de ingredientes y una guía paso a paso para hacerla…

3. ¿Dónde puedes comprarlos?
No hace falta gastar millones para tener contentos a tus invitados. Aquí tienes algunos consejos:
¿Ofreces alguna actividad en tu casa? En caso afirmativo, ¿cuáles?